17 Jul Red fluvial del Valle del Jerte
Valle del Jerte (Cáceres) |
El agua es vida y el Valle del Jerte rebosa de agua y también de vida.
Aunque a muchos pueda extrañarles estamos en uno de los rincones más lluviosos de España, según datos de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología).
La orientación suroeste y el elevado relieve actúan como un embudo que captura las húmedas borrascas procedentes del Atlántico.
La media de precipitaciones en zonas bajas del valle se sitúa en torno a los 800 litros por metro cuadrado de media. En los pueblos más altos, como Tornavacas y Piornal, se alcanzan fácilmente los 1.500 litros, llegando en ocasiones a 2.400 litros anuales y más de 100 en un solo día. Aún más arriba, en las cumbres, no hay medidas de la precipitación, que sin duda es aún mayor.
Salto de Caozo. Valle del Jerte |
Tal caudal de lluvia, una vez en tierra, fluye con inusitada rapidez debido a la forma en pronunciada «V» del Valle. El carácter agreste con marcadas pendientes hace descender esta agua primero por vertiginosas gargantas y después por el río Jerte, colector final y único.
Tras las grandes tormentas el río Jerte, cascadas y gargantas se convierten en todo un espéctáculo natural.
Otra parte de esa lluvia, o nieve en los momentos más fríos, es absorbida y almacenada por los suelos de las cumbres durante meses. Luego será poco a poco liberada durante el estío veraniego, manteniendo así todo el año manantiales y fuentes de aguas frías y cristalinas.
La estructura de la red fluvial del Valle del Jerte es muy simple, con forma similar a una espina de pescado. El río Jerte, columna vertebral del valle, discurre formando una línea central donde confluyen las gargantas que perpendicularmente bajan de las sierras laterales.
Río Jerte. Valle del Jerte |
El río Jerte nace como manantial bajo el Risco de La Campana. Luego discurre rectilíneo atravesando cuatro pueblos (Tornavacas, Jerte, Cabezuela del Valle y Navaconcejo), no encontrando obstáculos hasta la presa del Jerte, donde las aguas remansadas forman un lago artificial.
Más de 25 gargantas, se descuelgan a ambos lados del río drenando las aguas de la sierra. Muchas de ellas, sobre todo en la mitad norte, mantienen agua todo el año, a pesar de su corto recorrido, pues sólo dos de ellas superan los 10 kilómetros de longitud.
La mayor es la Garganta de los Infiernos y la segunda la Garganta Bohonal, ambas en el lado sur. Otras gargantas destacadas son Becedas, Papúos, Buitres, Nogaledas y Puria en la margen norte, y San Martín y Marta en la margen sur. En ellas se encuentran algunos de los parajes de mayor belleza del valle, como la Cascada del Caozo (Garganta Bohonal), el Chorrero de la Virgen (ruta de Los Pilones) o las cascadas de las Nogaledas en las cercanías de Navaconcejo. (Si desea conocer más detalles sobre las gargantas del Valle del Jerte visite este enlace)
«Los Pilones», Garganta de los Infiernos |
La continua humedad en torno a los cursos de agua permiten la existencia de un ecosistema exclusivo, la vegetación de ribera, de enorme productividad biológica. El río Jerte baja protegido en todo su cauce por un espeso y estrecho bosque galería. Aquí dominan los alisos (Alnus glutinosa), árboles capaces de vivir en la misma orilla y de resistir el embate de las crecidas. También en las orillas medran varios tipos de sauces (Salix atrocinerea, S. salvifolia), de porte arbustivo, hojas alargadas y tonos oliváceos.
En segunda línea, a cierta distancia de la orilla, crecen los fresnos (Fraxinus angustifolia), de hojas compuestas con tono verde claro. A los tres anteriores se unen los chopos (Populus), a veces enormes y de hojas acorazonadas, asilvestrados o cultivados por el valor de su madera. Por último, el almez u ojaranzo (Celtis australis), de corteza clara, hojas lanceoladas y escaso en el resto de España, es un árbol habitual en las riberas jerteñas.
Cigüeña Negra |
La fauna del medio acuático es muy rica y diversa, aunque no siempre fácil de ver. Es el caso de los peces, donde por suerte los cauces jerteños mantienen una variada comunidad de especies autóctonas, siendo exponente claro la trucha común. Pero también medran barbos, bogas, cachos y bordallos.
Depredadores de los anteriores son la nutria y la cigüeña negra, además del cormorán grande, casi un recién llegado, y la garza real. No hay que olvidar la rata de agua, musgaño (una musaraña acuática), lavandera cascadeña, martín pescador y, como no, mirlo acuático. Para conocer más detalles sobre el río Jerte visite este enlace.
Aún más pequeños y desconocidos son los insectos, de los que el Jerte alberga una sorprendente variedad. Aquí merece señalar la presencia de varias libélulas amenazadas que han sido objeto de diversos estudios.
«La Pesquerona». Piscina natural en el Valle del Jerte |
Existen en la zona numerosas piscinas naturales sobre el mismo río Jerte en Tornavacas, Jerte, Cabezuela y Navaconcejo, o en Valdastillas sobre la garganta Bohonal.
También se puede improvisar un baño en zonas más agrestes del río o las gargantas, caso del célebre paraje de «Los Pilones» (Garganta de Los Infiernos), en la Garganta de los Buitres (al inicio del puerto de Honduras) o en El Calderón (garganta Bohonal). Para conocer más detalles sobre las piscinas naturales del Valle del Jerte visite este enlace.
Textos extraídos en su mayor parte de la guía «Paisaje Cultural, Valle del Jerte. Red Natura 2000″ editado por SOPRODEVAJE en Octubre de 2010
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Anónimo
Publicado a las 22:27h, 16 febreroEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.